English: National Anthem of the Dominican Republic | |
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National anthem of Dominican Republic |
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Lyrics | Emilio Prud’Homme |
Music | José Rufino Reyes y Siancas |
Adopted | 1934 |
Music sample | |
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Dominican National Anthem is the national anthem of the Dominican Republic. Its music was composed by José Rufino Reyes Siancas (1835–1905), and its lyrics were authored by Emilio Prud’Homme (1856–1932).
The first public performance of the national anthem took place on 17 August 1883. Though the music was an instant success, several objections were made to the lyrics for having various historical inaccuracies. In 1897, Prud’Homme submitted revised lyrics which stand to this day.
On 7 June 1897, the Congress of the Dominican Republic passed an act adopting "Himno Nacional" with the original music and revised lyrics as the country's official national anthem; however, then-President Ulises Heureaux (1846-1899) vetoed the act because the lyric's author, Prud’Homme, was an opponent of the president and his administration. In 1899, Heureaux was assassinated, and the political disorder that ensued prevented the national anthem's legal adoption until 30 May 1934 when "Himno Nacional" was officially adopted and signed into law.
The Spanish name of the Dominican Republic, "República Dominicana", is never used in the anthem's official Spanish lyrics nor is the denonym for Dominicans, "dominicanos". Rather, the indigenous word for the island of Hispaniola, "Quisqueya", is used twice and its derivative denonym, "quisqueyanos", is used once. However, research later shows that these words does not seem to derive from the original Arawak Taíno language.
In public, the national anthem is usually performed through the end of the lyric's fourth paragraph.
Also note that, no official translation of the Spanish lyrics into any other language, including English, has been enacted into law.
Quisqueyanos valientes, alcemos
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.
¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompió.
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,
Mas Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
Que si dolo y ardid la expusieron
De un intruso señor al desdén,
¡Las Carreras! ¡Beller!, campos fueron
Que cubiertos de gloria se ven.
Que en la cima de heroíco baluarte
De los libres el verbo encarnó,
Donde el genio de Sánchez y Duarte
A ser libre o morir enseñó.
Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar,
De la guerra se vio en Capotillo
La bandera de fuego ondear.
Y el incendio que atónito deja
De Castilla al soberbio león,
De las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.
Compatriotas, mostremos erguida
Nuestra frente, orgullosos de hoy más;
Que Quisqueya será destruida
Pero sierva de nuevo, ¡jamás!
Que es santuario de amor cada pecho
Do la patria se siente vivir;
Y es su escudo invencible el derecho;
Y es su lema ser libre o morir.
¡Libertad! que aún se yergue serena
La Victoria en su carro triunfal,
Y el clarín de la guerra aún resuena
Pregonando su gloria inmortal.
¡Libertad! Que los ecos se agiten
Mientras llenos de noble ansiedad
Nuestros campos de gloria repiten
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!